Kant y la
naturaleza del conocimiento científico
Presentado en “Lechuza de Minerva” prog. Del Doctorado en Filosofía
emitido por
Radio Universidad Nacional del
Nordeste
por Prof. Orlando Levy Corvalán
Prof. W. Olvano Feü
En este trabajo nos
proponemos referirnos a ciertos puntos substanciales del pensamiento kantiano
en relación con los fundamentos del conocimiento científico.
Si nos preguntáramos qué
se entiende por ciencia, cualquiera sea la respuesta que se dé a este
interrogante, tenderíamos casi siempre a concebir la ciencia, en singular, como
un esfuerzo por conquistar intelectualmente la realidad de las cosas.
“El
gran teórico del conocimiento de la realidad fue, en efecto, Aristóteles, en
los Segundos analíticos. Y es casi constante decir que este libro
constituye la teoría aristotélica de la "ciencia". Cuando, a
partir del siglo XIV, se inició el auge de la Nuova Scienza
y la ofensiva del pensamiento moderno contra el saber aristotélico, la metodología
de esta nueva ciencia se presentó, ante todo, como una crítica de la
silogística de Aristóteles, como una derogación de la ciencia aristotélica,
para sustituirla por otra nueva. Pero la novedad no afectaría sino al contenido
y al método, no al intento intelectual mismo. Todo parece, pues, confluir a
llevarnos a la idea de que lo que el griego llamó episteme significa lo
mismo que lo que nosotros llamamos ciencia, y de que la gran obra de la ciencia
moderna ha consistido en mostrar la falsedad o, cuando menos, la pobreza del
contenido de la presunta "ciencia" aristotélica, para dar al hombre
un nuevo método en orden a este mismo intento. Variamente realizado y
con resultados distintos en los diferentes momentos de su historia, la ciencia
sería, pues, siempre un esfuerzo unívoco por conquistar intelectualmente
la realidad de las cosas” [1]
Kant aborda el problema
de trazar una línea divisoria entre la matemática y la metafísica. El método
peculiar de la filosofía –por oposición al método de la matemática – era la vía
analítica de la reflexión. La claridad propia de los conceptos ontológicos es
la misma claridad de la vía de la abstracción; esos conceptos sólo pueden
manifestarse en los mismos hechos problemáticos y como fracción integrante de
ellos, revelar el modo como arribamos a su separación consciente. La filosofía
no puede soltarse por el camino propio de la matemática, que se basa en seguir
progresando deductivamente sustentándose en conceptos establecidos. La
metafísica es incapaz de crear ninguna realidad nueva; su cometido se reduce a
esclarecer e iluminar lo que la realidad de la experiencia interior nos ofrece
como un todo.
En la época de Kant la física comienza a lidiar con la metafísica; ella
va a tomar la función de ciencia primera. Hasta Descartes es desplazado por
demasiado metafísico. Lo que está ocurriendo es que el saber comienza a ser
evaluado por su rendimiento técnico.
Dice Kant en Sämtliche Werke (Obras Completas):
“El método auténtico de la metafísica
coincide, en el fondo, con el introducido por Newton en la ciencia de la
naturaleza y que ha dado, en ésta, resultados tan fecundos. Hay que proceder,
nos dice Newton, por medio de experiencias seguras y siempre, desde luego, con
ayuda de la geometría, a indagar las reglas conforme a las cuales se
desarrollan en la naturaleza ciertos fenómenos. Aunque no se descubra en
seguida en los cuerpos el fundamento primero de ello, podemos estar seguros, a
pesar de todo, de que proceden según esta ley, y si queremos explicar los
complicados sucesos de la naturaleza, no tendremos otro camino para ello que el
de mostrar claramente cómo se hallan contenidos, en efecto, en estas reglas
bien acreditadas” [2]
En tanto fundador del idealismo alemán, Kant limita
los conocimientos científicos a lo que a éstos atañe, sin renunciar por eso a
las ideas no empíricas del ámbito existencial humano. Más aún, hizo posible
atestiguar espiritualmente la libertad intelectual del hombre de dos modos: por
un lado, expresando críticamente la imposibilidad de verificación de los
valores supremos del ser humano valiéndose de la ciencia empírica ya que la
probabilidad de verificarlos eliminaba la libertad espiritual del ser humano;
por otro lado, desplegando o sugiriendo críticamente la dignidad
fenomenológico-trascendental determinante de todo ser humano.
[1] Zubiri, Xavier. Ciencia y
realidad (En: www.valoryempresa.org/filomatic/cienciayrealidad.htm)
[2] Cfr. Cassirer: op.cit., t.II, p.543
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